Meyer Lansky (26 de Agosto del año 1095 d.C)

08 de Octubre del año 1097

En algún lugar de Iberia.
Pronto vendrá el invierno y el frio es cada vez más fuerte para este anciano cuerpo. Hace días que fueron las bodas de Dantes y Catherine y la fiesta aun sigue, se ha declarado días de descanso oficial en la ciudad, todos los días hay banquetes donde los invitados pueden disfrutar todos los manjares traídos del los más recónditos puertos del Mediterráneo. Como ha sido costumbre en esta corte todas las culturas son respetadas y de hecho hasta admiradas. Los señores del norte, aquellos que vienen en barcos extraños que ellos llaman “Drakkar” (dragones para los de estas tierras), han traído historias que parecen leyendas donde hablan de hombres que viven mas allá de ultramar de tierras con bosques enormes y hombres con un color distinto de piel. Los historiadores del reino dicen que son solo leyendas de paganos que no tienen sentido, los de Al Andalus cada vez tienen más influencia en este reino, han fundando ciudades alrededor de todo este reino y prácticamente en algunos lugares el idioma que hablan se vuelve común.
El Papa Antioco cada vez menciona que es necesario construir más catedrales mas iglesias y monasterios en estas tierras y ofrece millones de oros para esta tarea. Al mismo tiempo mi gente desea sinagogas al norte de Barcelona y rechazan la idea de adorar a Cristo. Y qué decir de árabes ellos no preguntan solo construyen castillos hermosos con grandes y lujosas mezquitas.
La corte real de este humilde reino cada vez es más grande y cada vez exige cosas que no puedo complacer ¡ya que no tengo tiempo para dichas tareas! A veces solo quiero encerrarme en mi biblioteca a leer los antiguos escritos, realmente mi reino llega a lugares que ni si quiera he visitado y solo les han dicho que yo soy su rey sin conocerme, a veces creo que es injusto cobrar impuestos por lo mismo.
Hace unos días la Barbará Alita partió de estas tierras – es extraño cuando llego al mismo tiempo un huracán azotaba las costas de Cádiz y ahora que a partido el Huracán desapareció al ver como su barco se perdía en el horizonte. No puedo negar que era hermosa nunca había visto tal tonalidad de pelo, como el fuego que escupen los dragones, fueron días arduos de negociaciones que al final llegar a un acuerdo no sé quien perdió o quien gano ya que mi salud no me permitió llegar a las últimas consecuencias de las mismas, solo supe que Alita partió en la mañana de hace dos meses. A mis aposentos solo llegaban rumores de dicha reunión y entre ellas llegaban los resultados de la misma, no supe mas y no desee saber más, confiaba en Antioco y sé que hará bien con ellos.

Cerraba un problema para tomar otro. Ahora rumores de que desean matar al Papa no son confiables pero no es bueno confiarse, mis generales han partido al norte para seguir conquistando poco a poco y ahora no tengo hombres ni generales para cuidar al Papa
-creo que tendré que encomendar esta tarea a otras personas-
El Archiduque Dantes le encomiendo dicha tarea le explico los pormenores y decide aceptar. Dantes dice tener a los hombres indicados para dicha tarea a caballeros que vienen de los reinos Merovingios los cuales dicen descender de la sangre de Cristo, yo solo pienso que es solo un rumor mas, pero veo que Dantes Tiene la confianza plena en estos caballeros.
-entonces bien Dantes-
-¡Desde hoy serás el maestre de la orden al cuidado del Papa! El sabrá que nombre le pone. Y haremos los títulos y escudos necesarios para que tengas el paso por las tierras de su reino, hablare con Antioco para que este al tanto de esta orden.
El rey Carlos VII el cual deseaba la bendición de su Dios pide también ser parte de dicha orden.
-Sabéis Rey Carlos que esta tarea ya a sido encomendada al Archiduque Dantes, pero el reino y la agenda del Papa es muy ataread y creo que es necesario mucha ayuda. Antioco me a mencionado que la ciudad de Roma para su religión es Santa y que necesita ayuda para sacar a los Vándalos de dichas tierras y la protección de los lugares más sagrados de su religión si vos lo deseas me gustaría encargarte dicha protección.
El Rey Carlos acepto y decidió ponerse manos a la obra para dicha tarea, sabe que recibirá la bendición del Papa y tal vez pueda volverse una gran influencia en las cortes Papales.

Hay tantas cosas que hacer ahora. Antioco ahora me pide audiencias para un Rey que busca la bendición de la iglesia y el apoyo y protección a su corona por parte de esta Alianza.
-Antioco ya estoy cansado de reuniones, mañana hablaremos de aquel hombre.-